El preso de conciencia Nurberdi Nurmamedov fue puesto en libertad el 23 de diciembre en virtud de una amnistía presidencial para marcar la noche santa de Kadir y el final del Ramadán musulmán. Según fuentes no oficiales, regresó ese mismo día a su casa, ubicada en la capital, Asjabad, y se encuentra bajo estricta vigilancia policial.