Cuatro personas de la familia Polukhin fueron acusadas de tráfico de drogas en 2010 por vender semillas de amapola de uso culinario, y cada una de ellas fue condenada a ocho años de prisión tras un juicio injusto. Han apelado al Tribunal Supremo de la Federación Rusa. Se espera que la vista se celebre en cuestión de días.