Tras anunciarse ayer las conclusiones de la revisión de las atribuciones concedidas en materia de seguridad y antiterrorismo, que ha llevado a cabo el Ministerio del Interior británico, Amnistía Internacional ha condenado una de las recomendaciones formuladas en ella, según la cual se debe apoyar e intentar ampliar el uso de garantías diplomáticas para devolver a personas a países donde estén expuestas a sufrir tortura.