Las cinco personas citadas en el encabezamiento se encuentran detenidas en régimen de incomunicación en Diyarbakir, al sudeste de Turquía. Se encuentran bajo custodia de la gendarmería, que es un cuerpo de seguridad integrado por miembros del ejército con competencias policiales para las áreas rurales, y corren peligro de ser objeto de torturas o malos tratos.
