Tras la ejecución de Abdul Kahar bin Othman el 30 de marzo, se han reanudado los ahorcamientos por delitos relacionados con las drogas en Singapur. El día anterior, se denegó la apelación del ciudadano malasio Nagaenthran Dharmalingam, y se cree que su ejecución pueda volver a programarse de manera inminente. Se teme que haya más ejecuciones, ya que se han denegado las apelaciones de varias personas más.