Amnistía Internacional ha sabido que, lamentablemente, Zulfikar Bin Mustaffah fue ejecutado en la horca al amanecer del viernes 28 de septiembre del 2001. Zulfikar había sido condenado a muerte en noviembre del 2000 por tráfico de drogas. Su última voluntad, ver a uno de sus primos antes de ser ejecutado, no le fue concedida.