Un destacado monje tibetano, Karma Tsewang, fue detenido el 6 de diciembre en Chengdu (suroeste de China) como sospechoso de “poner en peligro la seguridad del Estado”. También fueron detenidos 16 simpatizantes suyos que exigieron su puesta en libertad. Ninguno de ellos ha podido acceder a asistencia letrada y corren peligro de tortura.