A pesar de existir graves dudas sobre las garantías de sus juicios, el 18 de noviembre la más alta instancia judicial de Bangladesh confirmó las condenas a muerte de Ali Ahsan Mohammad Mujaheed y Salauddin Quader Chowdhury. Era el único recurso judicial que les quedaba. Ahora están en peligro de ejecución inminente salvo que el presidente conmute sus penas de muerte por penas de prisión.