Líderes islamistas han amenazado con atacar la sede de la comunidad religiosa Ahmadiyya Muslim Jamaat de la capital, Dacca. Afirman que “sitiarán” la sede el 27 de agosto a menos que el gobierno declare a la secta “no musulmana”. Éste el último de una serie de intentos de grupos islamistas para impedir que los ahmadis practiquen sin trabas sus creencias, y ha provocado incidentes de los grupos islamistas que tratan de cerrar centros ahmadis, colocan signos de incitación al odio en sus lugares de culto y confiscan su material religioso y sus libros de oración. Amnistía Internacional creen que los ahmadis corren peligro de ser agredidos.