Astrid (de 14 años) y su padre, Arturo (de 49), permanecen detenidos desde el 20 de febrero en el Centro de Detención para Familias del condado de Berks en Leesport, Pensilvania. Han solicitado asilo porque temen ser devueltos a su país de origen, Guatemala, como indígenas k’iche. Astrid además teme la devolución porque, debido a su sexo, puede ser sometida a violencia sexual y de género y a otros daños graves. Ambos deben ser puestos en libertad en espera del resultado de su solicitud de asilo.