Amnistía Internacional siente honda preocupación por la seguridad de los miembros del Sindicato de Trabajadores Oficiales de Antioquia (SINTRAOFAN), y especialmente por la de sus dirigentes Arturo Ocampo y Carlos Zapata. Los sindicalistas han recibido amenazas de muerte, y también los han amenazado con poner una bomba en sus oficinas, pero la policía ha hecho caso omiso de sus peticiones de protección.