Cuatro empleados de un periódico vinculado a un partido de la oposición sudanesa se encuentran detenidos en régimen de incomunicación, en paradero desconocido, y corren el riesgo de sufrir torturas u otros malos tratos. Amnistía internacional cree que los detenidos, todos ellos hombres, son presos de conciencia y que están recluidos por expresar sus opiniones.