Es posible que Paul Nsanzurwimo necesite tratamiento médico urgente tras los malos tratos sufridos bajo custodia. Poco después de su detención, ocurrida el 16 de marzo, Paul Nsanzurwimo, que usa anteojos, fue golpeado en la cabeza y en la cara por unos soldados. Éstos rompieron sus anteojos y se teme que algunos fragmentos de cristal puedan habérsele introducido en un ojo. Todavía no ha recibido ningún tratamiento médico. Amnistía Internacional teme que, a menos que se le preste atención médica, su condición física pueda deteriorarse.
