Un funcionario del gobierno local que acusó a unos soldados de dar muerte a civiles ha sido detenido por orden del jefe local de la gendarmería (policía paramilitar), medida que parece haber obedecido a la intención de hacerlo callar. Amnistía Internacional cree que Jean Nzigirabarya es un preso de conciencia y que corre el riesgo de ser víctima de torturas u otros actos de intimidación o represalias.
