Las autoridades de Bangladesh deben abstenerse de hostigar y procesar al director de periódico Mahmudur Rahman, ha declarado hoy Amnistía Internacional.Sobre Mahmudur Rahman pende la amenaza de procesamiento por publicar una conversación en Skype entre el entonces presidente del Tribunal de Crímenes Internacionales de Bangladesh y un experto jurídico bangladeshí.Tras ser advertido de que podrían detenerlo en cualquier momento, Mahmudur Rahman no ha abandonado las oficinas del periódico desde el 13 de diciembre de 2012, excepto para desplazarse brevemente al tribunal el 8 de enero con el fin de solicitar que se dicte una fianza previa a la detención, que el tribunal todavía no ha concedido. “Toda persona, incluido Mahmudur Rahman, tiene derecho a la libertad de opinión y a buscar, recibir y difundir información a través de cualquier medio”, afirmó Abbas Faiz, investigador de Amnistía Internacional sobre Bangladesh. “Mahmudur Rahman ha sido detenido y torturado anteriormente por publicar artículos de interés público”.Abbas Faiz añadió: “La revista británica The Economist ya había publicado un informe integral sobre la conversación en Skype y el vídeo de la conversación ya se había subido al sitio web de YouTube”.En las fechas en que el diario Amar Desh publicó la información, entre el 9 y el 13 de diciembre de 2012, la ley bangladeshí no prohibía la publicación de dicho material. El periódico dejó de publicar tales informaciones el 13 de diciembre de 2012, cuando se emitió un mandamiento judicial que prohibía a los periódicos de Bangladesh publicarlas. Fue después de que se dictara el mandamiento judicial cuando el gobierno obtuvo una orden de una sala del Tribunal Superior, en la que se instaba a la policía a que tomase “las medidas necesarias” contra Mahmudur Rahman sobre la base de que había cometido un acto de sedición al publicar la conversación mantenida por Skype.El gobierno de Bangladesh debe garantizar que todas las personas, en especial periodistas y directores de periódicos, son libres de expresar sus puntos de vista y opiniones pacíficamente sin sufrir hostigamiento, intimidación, detención ni tortura.