Grecia debe poner fin a los ataques racistas y xenófobos

Las autoridades griegas deben tomar aún más medidas para impedir los ataques racistas y xenófobos e investigar exhaustivamente los que se han llevado a cabo, ha manifestado Amnistía Internacional tras el mortal apuñalamiento de un iraquí, cometido en medio de un aumento de los ataques xenófobos.  Según la policía, la víctima, de 19 años, murió el domingo en el hospital tras recibir reiteradas puñaladas cerca de una mezquita no oficial de la calle de Anaxagora, en el centro de Atenas, a manos de una banda de cinco personas que se desplazaban en cuatro motocicletas.La banda había intentado agredir previamente a un rumano y a un marroquí, pero ambos habían conseguido huir, según declaraciones hechas por testigos a la policía.“Tales ataques son inaceptables, por lo que las autoridades deben hacer cuanto puedan para detener su aumento” ha señalado Jezerca Tigani, directora adjunta del Programa de Amnistía Internacional para Europa y Asia Central.La semana pasada se tuvo noticia de ataques de grupos e individuos sin identificar, perpetrados contra ciudadanos extranjeros y lugares de culto en Atenas, el Pireo, Creta y otros lugares.Según la información disponible, en un ataque llevado a cabo el jueves pasado en el Pireo, unos 15 miembros de un grupo de extrema derecha que se desplazaban en motocicletas lanzaron bengalas en el interior de una sala de oración musulmana donde se encontraban en ese momento 10 migrantes.  No hay mezquitas oficiales en Grecia, por lo que los musulmanes rezan en habitaciones, pisos, almacenes y otros espacios convertibles en salas de oración. Hasta ahora, los planes de construir mezquitas oficiales han fracasado.  El domingo pasado, por la noche, dos paquistaníes tuvieron que ser llevados al hospital tras ser golpeados por un grupo de desconocidos que entraron en su casa, en Vonitsa, en el oeste de Grecia.Asimismo, en julio, dos egipcios dijeron a Amnistía Internacional que habían sido agredidos por alrededor de 20 miembros de un grupo de extrema derecha cuando dormían en una casa del Pireo con otros cuatro compatriotas. Un de ellos era un joven pescador que tuvo que someterse a dos operaciones de cara y que quedarse días ingresado en el hospital a raíz de lo ocurrido. Tras el ataque fueron detenidos cinco hombres y una mujer. “El número de ataques es preocupante, y pone de manifiesto la furia y el odio que hay entre la población -ha explicado Jezerca Tigani-. Es hora de que la sociedad griega se oponga a estos vergonzosos ataques y reafirme su condena del odio racial y étnico.”

El ataque del domingo contra el iraquí se produjo días después de que Amnistía Internacional instara a las autoridades griegas a poner fin a la represión policial masiva emprendida la semana pasada contra los “inmigrantes ilegales”, en el marco de la cual se detuvo en la capital griega a más de 8.000 extranjeros. De estos, 1.660 no tenían documentación oficial, por lo que quedaron sometidos a detención administrativa, según ha contado hoy la policía griega.“Las recientes operaciones policiales contra inmigrantes hacen temer que se discrimine a las personas debido a su presunta etnia y que tales acciones fomenten la xenofobia.”Aunque reconoce el derecho de Grecia a controlar la inmigración, Amnistía Internacional ha manifestado anteriormente que “no tiene el derecho de tratar a las personas en la calle como si fueran delincuentes sólo por el color de la piel.” “Las autoridades griegas deben dar prioridad a la necesidad de aumentar la confianza de las minorías y los extranjeros en su capacidad para protegerlos de las amenazas de violencia racista indicando de manera enérgica a los autores de tales ataques que no se van a tolerar y que se van a investigar completa y tenazmente para poner a los responsables a disposición judicial”, ha manifestado Jezerca Tigani.