El caso de la mujer palestina en huelga de hambre “en peligro de muerte” subraya la injusticia de la detención administrativa

Las autoridades israelíes deben poner en libertad de inmediato a una mujer palestina detenida o acusarla de algún delito común reconocible y juzgarla sin demora, Ha dicho Amnistía Internacional ante el temor de que la mujer pueda morir bajo custodia tras 37 días de huelga de hambre.

Hana Shalabi, de 30 años, del pueblo de Burqin, situado en el norte de la Cisjordania ocupada, al parecer está vinculada al movimiento de la Yihad Islámica, pero nunca ha sido acusada de ningún delito común.

El martes por la noche, Hana Shalabi fue trasladada al hospital de Meir, en la ciudad de Kfar Saba, en el centro de Israel, pero permanece bajo custodia israelí y está vigilada constantemente por guardias armados.

“Cuando sus abogados y médicos independientes se reunieron con ella, Hana Shalabi denunció que los funcionarios del Servicio de Instituciones Penitenciarias de Israel la habían tratado con violencia en los traslados al hospital o al tribunal militar y que la habían presionado constantemente para que pusiera fin a su huelga de hambre”, ha dicho Ann Harrison, directora adjunta del Programa Regional para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional.

“Amnistía Internacional ha pedido reiteradamente a las autoridades de Israel que pongan en libertad a Hana Shalabi y a otros palestinos que están en detención administrativa si no son acusados sin demora de algún delito común reconocible y juzgados de acuerdo a las normas internacionales sobre juicios justos”.

Las órdenes militares israelíes permiten a las autoridades poner en detención administrativa indefinida sin juicio a palestinos de la Cisjordania ocupada que son considerados una “amenaza para la seguridad”.

Hana Shalabi comenzó su huelga de hambre en protesta por los malos tratos recibidos durante su detención el 16 de febrero, y siguió protestando por su detención sin cargos ni juicio tras recibir la orden de detención administrativa, cinco días después.

Un médico de Physicians for Human Rights – Israel que visitó a Hana Shalabi el lunes informó de que se encuentra en peligro de muerte porque podría sufrir un ataque al corazón en cualquier momento, y solicitó su inmediata hospitalización.

Según Physicians for Human Rights, Hana Shalabi ha perdido 14 kilos desde su detención, y sufre disfunción tiroidea y fuertes dolores, debilidad y mareos.

“Mientras permanezca detenida, tanto ella como el resto de los detenidos palestinos que se han unido a su huelga de hambre en protesta por la política de detención administrativa deben recibir un trato humano en todo momento, así como acceso regular al tratamiento médico necesario dispensado por un médico independiente en un marco que respete la privacidad entre médico y paciente”, ha dicho Ann Harrison.

Un juez militar tiene aún que emitir su fallo sobre el recurso presentado contra la orden de cuatro meses de detención dictada contra Hana Shalabi, aunque el Tribunal Militar de Apelaciones celebró su primera vista hace más de dos semanas, el 7 de marzo.

Hana Shalabi fue uno de los 1.027 presos y detenidos palestinos que salieron de las cárceles israelíes en octubre y diciembre del pasado año, en el marco de un intercambio para liberar al soldado israelí capturado Gilad Shalit . Antes de volver a ser detenida en febrero, pensaba estudiar enfermería en el Instituto de Al Rawda, en Nablús.

Antes de quedar en libertad en octubre de 2011, había estado detenida sin cargos ni juicio durante 25 meses en la cárcel de HaSharon, bajo órdenes de detención administrativas que se iban renovando sucesivamente.

Según los informes, las autoridades israelíes consideran la posibilidad de alimentarla a la fuerza, lo cual constituiría trato cruel e inhumano. Normalmente, las personas en huelga de hambre no deben ser alimentadas a la fuerza.

Sus familiares, que no la ven desde que fue detenida el 16 de febrero, aún no han recibido autorización para visitarla, a pesar de las reiteradas peticiones de organizaciones internacionales y locales.

Más de una veintena de detenidos y presos palestinos de varias cárceles israelíes se han declarado en huelga de hambre indefinida contra la política de detención administrativa. Algunos de ellos llevan en huelga más de tres semanas.

Hasta donde sabe Amnistía Internacional, estas personas no han tenido acceso a médicos independientes, y en algunos casos, además, se les ha negado el acceso a sus abogados, han sido puestos en régimen de aislamiento o han recibido otros castigos tras decidir ponerse en huelga de hambre.

“Ningún detenido debería recibir castigo alguno por decidir emprender una huelga de hambre. Las autoridades israelíes deben garantizar que todas las personas detenidas que están en huelga de hambre son tratadas de forma humana y que se les permite acceder a sus abogados y a profesionales médicos independientes”, ha dicho Ann Harrison.

Más de 300 palestinos, entre los que figuran más de 20 miembros del Consejo Legislativo palestino, se encuentran actualmente bajo detención administrativa.