Haití sigue sin llevar a Jean-Claude Duvalier ante los tribunales

El ex presidente de Haití, Jean-Claude “Baby Doc” Duvalier, sigue evadiendo a la justicia un año después de que las autoridades iniciasen una investigación sobre los crímenes contra la humanidad cometidos durante su mandato, ha dicho hoy Amnistía Internacional.

Tras 25 años de exilio en Francia, Duvalier regresó a Haití en enero de 2011.

Desde entonces, está siendo investigado por las graves violaciones de derechos humanos perpetradas durante su mandato entre 1971 y 1986, incluidas torturas, desapariciones y ejecuciones extrajudiciales.

“Los crímenes de lesa humanidad cometidos durante el mandato de Jean-Claude Duvalier continúan envueltos en un velo de total impunidad”, ha afirmado Javier Zúñiga, asesor especial de Amnistía Internacional.

“Las autoridades no han hecho un verdadero esfuerzo por investigar los hechos del pasado que afligieron a una generación completa de haitianos con torturas, desapariciones forzadas, ejecuciones extrajudiciales, detenciones arbitrarias y otras graves violaciones de derechos humanos.”

Varios organismos regionales e internacionales de derechos humanos, entre ellos la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, han reiterado la obligación de Haití de investigar estos crímenes contra la humanidad y de llevar a los responsables ante los tribunales.

El ministro de Justicia haitiano se comprometió recientemente a acabar con la impunidad por los crímenes cometidos desde el año 2000, lo que no incluiría los crímenes perpetrados durante el régimen de Duvalier.

La investigación también se ha visto debilitada por los continuos cambios al frente de la Fiscalía, que toma decisiones fundamentales sobre el desarrollo de la investigación de Duvalier, ya que el actual presidente de Haití, Michel Martelly, ocupó su cargo en mayo de 2011.

A finales de setiembre de 2011, el fiscal Félix Léger confirmó a Amnistía Internacional que en julio ya se había remitido a la Fiscalía el expediente de la investigación sobre Duvalier por los crímenes contra la humanidad cometidos durante su régimen, y que se crearía un grupo especial para estudiar las conclusiones de la investigación y establecer los próximos pasos que deberían seguirse.

Félix Léger fue sustituido como fiscal en octubre, y desde entonces, tres personas distintas han ocupado su puesto. El más reciente, René Cénatus, ha jurado su cargo como fiscal el 4 de enero de 2012.

“La investigación parece haberse estancado deliberadamente mediante la continua sucesión de fiscales”, ha expresado Javier Zúñiga.

“Es evidente que en Haití la independencia del Poder Judicial es tan solo un espejismo.”

Hasta el momento, las autoridades haitianas del más alto nivel han mostrado gran lenidad con Jean-Claude Duvalier y desprecio hacia las víctimas de violaciones de derechos humanos, que todavía continúan a la espera de reparaciones y de que se haga justicia.

Aunque se ha establecido que debe permanecer en su residencia durante la investigación, Jean-Claude Duvalier sigue participando en acontecimientos públicos acompañado por sus abogados y simpatizantes.

En octubre, el presidente Martelly realizó una visita de gran relevancia mediática a la casa de Duvalier con el pretexto de una reconciliación nacional. Este mes, Duvalier también ha participado en una ceremonia oficial en conmemoración del segundo aniversario del terremoto de Haití.

“El gobierno haitiano tiene que poner fin a esta falsa atmósfera de justicia y debe adoptar una postura clara y pública sobre el caso de Jean-Claude Duvalier”, ha manifestado Javier Zúñiga.

“Las autoridades judiciales de Haití deben recibir todo el apoyo y los medios necesarios, incluido por parte de la ONU, para terminar la investigación y llevar a los responsables ante los tribunales, en juicios que se ajusten a lo estipulado por las normas internacionales.”

En septiembre de 2011, Amnistía Internacional publicó You cannot kill the truth: The case against Jean-Claude Duvalier, un informe que revisa las investigaciones anteriores de la organización sobre los abusos generalizados y sistemáticos de derechos humanos cometidos en Haití en las décadas de 1970 y 1980.