Hasnat Karim, que se encontraba en el restaurante de Dacca donde se produjo el atentado del 1 de julio, fue llevado por la policía de Bangladesh ante el Tribunal Metropolitano de primera instancia el 4 de agosto, tras permanecer incomunicado durante semanas sin comparecer ante un juez. El juez ha dictado su prisión preventiva, pero sigue negándole acceso a un abogado.