El preso de conciencia y líder sindical Rubén González permanece detenido arbitrariamente desde el 29 de noviembre de 2018. Su juicio fue sumamente irregular y, en agosto de 2019, Rubén fue condenado por un tribunal militar a pesar de ser un civil. Sus problemas de salud se han agravado a causa de su reclusión, y se le ha negado la atención médica que tan urgentemente necesita. No ha habido novedades en su caso. Amnistía Internacional seguirá vigilando su situación y pedirá su libertad incondicional.