Las familias de las personas que, debido a su disidencia política, fueron víctimas de desaparición forzada y ejecución extrajudicial en Ahvaz, en el sur de Irán, en la década de 1980 están sufriendo terrible angustia y sufrimiento psicológicos porque las autoridades están destruyendo las tumbas y la fosa común donde yacen sus seres queridos. Temen además sufrir persecución si hablan públicamente de ello.