La activista germano-iraní Nahid Taghavi y el activista británico-iraní Mehran Raoof llevan desde el 16 de octubre de 2020 recluidos de manera arbitraria en la prisión de Evín, únicamente por haber ejercido pacíficamente sus derechos humanos. En agosto de 2021, un Tribunal Revolucionario los declaró culpables de cargos relacionados con la seguridad nacional, y los condenó a 10 años y ocho meses de cárcel, en un juicio manifiestamente injusto. Nahid Taghavi sufre dolor de espalda crónico, pese a lo cual le han negado autorización para someterse a una operación de columna, que —según especialistas médicos— necesita con urgencia.