El 18 de enero de 2023, Alemania deportó a Abdullohi Shamsiddin a Tayikistán, donde fue sometido a desaparición forzada y, posteriormente, a reclusión en régimen de aislamiento por el Comité de Estado para la Seguridad Nacional. Shamsiddin está en el punto de mira por su relación con uno de los dirigentes del Partido del Resurgimiento Islámico de Tayikistán. El 29 de marzo de 2023, según informes, un tribunal de la capital, Dushambé, declaró a Abdullohi Shamsiddin culpable de efectuar “llamamientos públicos a la alteración violenta del orden constitucional de la República de Tayikistán”
y lo condenó a siete años de cárcel.