Las autoridades y la policía de Járkov, en el noreste de Ucrania, no adoptaron suficientes medidas de seguridad con antelación a la primera marcha del Orgullo en la ciudad, celebrada el 15 de septiembre de 2019. Los participantes fueron agredidos por contramanifestantes y algunos fueron perseguidos, golpeados y heridos de otro modo por miembros de grupos que defienden la discriminación y participan sistemáticamente en actos de violencia. Las autoridades locales no cumplieron con su deber de garantizar que todo el mundo pudiera disfrutar de sus derechos a la libertad de expresión y de reunión pacífica durante la marcha del Orgullo.