Un refugiado sirio, conocido como F. M., permanece detenido arbitrariamente en condiciones inhumanas en el aeropuerto Ataturk de Estambul desde hace casi nueve meses. No tiene cama ni acceso a luz natural. Las condiciones de reclusión son tan duras que incluso ha llegado a plantearse aceptar volver a Siria para obtener su liberación.