Las autoridades vietnamitas siguen reprimiendo a los activistas que han planteado sus preocupaciones por el desastre medioambiental de 2016 de la empresa Formosa y sus secuelas. El 12 de mayo de 2017 se presentó una orden de detención contra el activista Bạch Hồng Quyền, que ahora está en la clandestinidad, y el defensor de los derechos humanos y bloguero Hoàng Đức Bình está detenido desde el 15 de mayo de 2017. Otros activistas también sufren hostigamiento e intimidación y están en peligro de ser detenidos.
