Se ha detenido a prominentes activistas en favor de la democracia cuyas peticiones de libertad bajo fianza han sido denegadas, aparentemente para evitar que participen en las manifestaciones que siguen teniendo lugar. Ahora, varias de estas personas pueden ser condenadas hasta a 165 años de cárcel, en aplicación de disposiciones legales sobre ofensas a la monarquía (lesa majestad) y sedición.