Dos defensoras de los derechos humanos camboyanas fueron declaradas culpables de cargos sin fundamento en dos juicios distintos celebrados los días 26 y 27 de diciembre de 2012. Yorm Bopha fue condenada a tres años de cárcel, mientras que Tim Sakmony, de Borei Keila fue condenada a seis meses y se le aplicó una suspensión condicional parcial de la pena, quedando en libertad.