Weilina Muhatai y sus dos hijos, Muheyati Haliyoula y Parisati Haliyoula, están desaparecidos desde agosto de 2020. Son personas de etnia kazaja que viven en la región china de Sinkiang y se cree que su posible detención está relacionada con el activismo de su marido y padre, quien, según sospechan, murió en detención en diciembre de 2020. No ha habido comunicación ni acceso a ellos durante más de seis meses, y la salud y el bienestar de Weilina Muhatai, Muheyati Haliyoula y Parisati Haliyoula son motivo de honda preocupación.