Tres activistas se enfrentan a penas de cárcel por pronunciar discursos en los que criticaban al ejército y pedían la reforma constitucional en una concentración pacífica que tuvo lugar en abril de 2019. Si son declarados culpables, podrían ser condenados hasta a dos años de cárcel. Dos de ellos están en libertad bajo fianza, mientras que el tercero ya ha cumplido un año de cárcel y se enfrenta a nuevos cargos por hablar en otras concentraciones pacíficas.