Varios miembros de una comunidad afrodescendiente garífuna del noreste de Honduras, entre los que figuraba la defensora de los derechos humanos Miriam Miranda, fueron secuestrados temporalmente por unos hombres armados tras descubrir una pista de aterrizaje ilegal empleada por narcotraficantes en el territorio de la comunidad. La seguridad de Miriam y de la comunidad garífuna sigue estando en peligro.