Monseñor Luiz Fernando Lisboa, obispo de la ciudad de Pemba, en el norte de Mozambique, sufre una campaña de desprestigio que tiene como fin socavar y deslegitimar su esencial labor de derechos humanos en la provincia de Cabo Delgado. Tanto el presidente Nyusi como personas afines al gobierno han señalado directa e indirectamente al obispo Lisboa en sus críticas a disidentes. Las autoridades deben garantizar un entorno seguro y propicio para que el obispo Lisboa continúe su labor de defensa de los derechos humanos sin temor a sufrir intimidación, acoso y represalias.