En la capital de Chad, Yamena, se ha desalojado a la fuerza a más de 670 personas, cuyas casas han sido derruidas para permitir la construcción de un hotel. Esto ha sucedido pese a que el alcalde local había asegurado a los afectados que se les daría tiempo suficiente par encontrar alojamiento alternativo. Las personas que vivían en el lugar duermen ahora en las proximidades bajo los árboles.