Durante el primer trimestre de 2013, las autoridades saudíes han recurrido a medidas adicionales, que han venido a sumarse a las ya utilizadas anteriormente, para reprimir la libertad de expresión y asociación. Amnistía Internacional pide a las autoridades saudíes que pongan fin a esas prácticas represivas y permitan a todas las personas en Arabia Saudí ejercer pacíficamente esos derechos.