La defensora de los derechos humanos Yara Sallam, la conocida activista Sanaa Ahmed Seif y otras 21 personas enjuiciadas por incumplir la represiva legislación egipcia sobre manifestaciones permanecen detenidas al haberse pospuesto su juicio al 11 de octubre. En caso de ser declarados culpables, podrían ser condenados a cinco años de cárcel.