Según la información que ha recibido Amnistía Internacional, la policía mexicana ha secuestrado y torturado a un activista indígena, advirtiéndole de que no se lo contara a nadie. A pesar de ello, el activista informó sobre lo sucedido a una organización nacional para la defensa de los derechos humanos. Amnistía Internacional teme que tanto él como su familia puedan ser objeto de represalias.