Unas 200 familias han sido desalojadas forzosamente de sus casas en un asentamiento informal de la zona de Titanyen, a las afueras de Puerto Príncipe, capital de Haití. Cientos de familias más que viven en zonas cercanas se enfrentan a una amenaza similar. Muchas de ellas son víctimas del terremoto de enero de 2010 que ya habían sido desalojadas forzosamente.