Nazanin Zaghari Ratcliffe, trabajadora británica iraní de una sociedad benéfica, se halla recluida en un centro detención no desvelado de Kerman, en el sur de Irán, desde el 3 de abril. Se le niega el acceso a un abogado y tiene limitado el contacto con su familia. Estuvo recluida en régimen de aislamiento hasta el 18 de mayo. Las autoridades no le permiten recibir asistencia consular británica.