El 8 de diciembre, el activista juvenil azerbaiyano Bayram Mammadov fue condenado a 10 años de prisión por una pintada de protesta. A su compañero activista Giyas Ibrahimov también le impusieron una condena de 10 años el 25 de octubre. Son presos de conciencia y debe ser puestos en libertad de inmediato.