Dos voluntarias europeas de un proyecto internacional de protección con sede en la capital hondureña, Tegucigalpa, fueron amenazadas en abril. Las voluntarias –una francesa y otra británica– protegen, mediante el acompañamiento, a personas y a miembros de organizaciones de derechos humanos de Honduras que corren peligro de ser atacados. Ahora la seguridad de estas voluntarias corre peligro.