Han transcurrido exactamente nueve meses desde el día en que 14 personas declaradas culpables de terrorismo desaparecieron tras ser trasladadas de la prisión central de Nuakchot (la capital) a un lugar desconocido. Pese a los repetidos esfuerzos y las medidas tomadas por sus familias y por organizaciones de derechos humanos, incluida Amnistía Internacional, aún no se ha revelado su lugar de reclusión, lo cual constituye una violación absoluta de las normas internacionales de derechos humanos.