Las conversaciones de paz en Colombia han suscitado expectativas de que el conflicto con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) acabe por fin, pero una paz estable seguirá siendo difícil de alcanzar a menos que ambas partes pongan fin a las violaciones y abusos contra los derechos humanos y a las violaciones del derecho internacional humanitario. Los responsables de tales crímenes deben comparecer ante la justicia.