Hace seis años, unas 100 personas de etnia romaní fueron desalojadas de sus hogares en Miercurea Ciuc, localidad de la región central de Rumania. Las autoridades realojaron a la mayoría en las afueras de la localidad, en las proximidades de una planta de tratamiento de residuos. Unas 75 de ellas siguen viviendo aún allí, en condiciones insalubres en contenedores de metal y refugios temporales. Algunas decidieron trasladarse a un basurero distante unos dos kilómetros en vez de quedarse en las proximidades de la planta de residuos.
